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El cáncer de tiroides requiere de un tratamiento individualizado para cada paciente. Este tipo de cáncer debe ser atendido por un endocrinólogo con experiencia, puesto que se trata de una afección sobre la que se realizan constantes actualizaciones médicas. A pesar de la observación generalizada de un aumento en su frecuencia, actualmente se cree que este incremento se debe al aumento en la detección, y no a una mayor incidencia, aunque faltan investigaciones.
El cáncer de tiroides es un tipo de cáncer que se origina en la glándula tiroides cuando las células comienzan a crecer descontroladamente. La glándula tiroides tiene forma de mariposa, se localiza en la parte anterior del cuello (debajo de la nuez de Adán) y tiene dos tipos principales de células:
La mayoría de los tumores de tiroides son no cancerosos (benignos), pero otros son cancerosos (malignos), pudiéndose extender a áreas próximas o incluso a otros órganos. Además, debido a su rico suministro vascular, en la tiroides pueden presentarse cánceres secundarios o metastásicos de tumores primarios ubicados en otros sitios. Los más comunes incluyen el melanoma maligno y los carcinomas de pulmón, mama, riñón y esófago.
En el caso del cáncer de tiroides los factores de riesgo son difusos, incluso cuando están presentes en pacientes con diagnóstico es difícil determinar su contribución.
Aunque la mayoría de los patólogos concuerda que existen dificultades para realizar la clasificación y el diagnóstico de los tumores de tiroides, podría afirmarse que existen tres tipos principales, en función del aspecto que presentan sus células bajo un microscopio:
La mayoría de los cánceres de tiroides son diferenciados, es decir, sus células se parecen a las células normales del tiroides. Se originan de las células foliculares tiroideas.
El cáncer de tiroides medular (CTM) representa aproximadamente un 4% de los cánceres de tiroides. Se origina de las células C de la glándula tiroides. Algunas veces este cáncer se puede propagar a los ganglios linfáticos, los pulmones o al hígado, incluso antes de que se detecte un nódulo tiroideo. Es más difícil de descubrir y tratar. Hay dos tipos: CTM Esporádico (se presenta fundamentalmente en adultos y no es hereditario) y CTM Familiar (es hereditario y puede desarrollarse en la infancia). Este último, detectable a través de pruebas genéticas sugiriéndose tratamiento preventivo de extirpación de la tiroides.
El carcinoma anaplásico representa alrededor de 2% de todos los cánceres de tiroides. Se le llama indiferenciado debido a que las células cancerosas no se parecen mucho a las células normales de la tiroides. A menudo se propaga rápidamente hacia el cuello y otras partes del cuerpo, y es muy difícil de tratar.
Encontrar el cáncer cuando se encuentra en sus etapas iniciales suele permitir la posibilidad de contar con más opciones de tratamiento. En algunos casos de la enfermedad en etapa inicial surgen signos y síntomas que pueden ser notados, pero esto no siempre es así. La mayoría de los cánceres de tiroides en etapa inicial se detecta cuando los pacientes acuden a sus médicos porque han notado nódulos o protuberancias en el cuello.
El cáncer de tiroides puede causar cualquiera de los siguientes signos o síntomas:
La biopsia o PAAF (punción con aguja fina) es el procedimiento de preferencia, obteniéndose células del área sospechosa para analizarlas en el laboratorio. También suelen utilizarse estudios por imágenes, por varias razones: encontrar áreas sospechosas que podrían ser cancerosas, saber cuán lejos se propagó el cáncer y/o ayudar a determinar si el tratamiento es eficaz. Entre estos estudios se encuentran:
Después del diagnóstico de cáncer de tiroides, los médicos tratarán de averiguar si el cáncer se ha propagado y si es así, a qué distancia. Este proceso se llama estadificación (o determinación de la etapa). La etapa (estadio) de un cáncer describe cuánto cáncer hay en el cuerpo, y ayuda a determinar su gravedad, así como el mejor tratamiento.
Los cánceres de tiroides van desde la etapa I a IV. Por regla general, mientras más bajo sea el número, menos se ha propagado el cáncer. Un número más alto, como la etapa IV, significa una mayor propagación del cáncer. Además, dentro de una etapa, una letra menor significa una etapa menos avanzada.
La mayoría de los cánceres de tiroides se pueden curar, especialmente si no se han propagado a partes distantes del cuerpo. Si el cáncer no se puede curar, el objetivo del tratamiento podría ser extraer o destruir tanto cáncer como sea posible y evitar que crezca, se propague o regrese por el mayor tiempo que sea posible. Algunas veces el tratamiento está dirigido a paliar (aliviar) los síntomas, como el dolor o los problemas para respirar y tragar. Entre las diferentes opciones de tratamientos para el cáncer de tiroides podemos mencionar:
Generalmente se sugiere la tiroidectomía total, especialmente en nódulos de tamaño superior a los dos centímetros. Entre los candidatos para la cirugía de tiroides se incluye a aquellos que ya se hayan realizado una radiación y uno o más nódulos claramente palpables, así como también hombres y mujeres con nódulos sospechosos de malignidad según ecografía.
Después de una tiroidectomía total y de la disección de ganglios linfáticos, el próximo paso es la terapia con radioyodo. La necesidad de realizar una ablación post quirúrgica varía en cada caso. Este procedimiento se asocia con una mejoría clínica y con la reducción de tasas de recurrencia, pero no está claro si la tasa de mortalidad mejora con la ablación post quirúrgica profiláctica.
Al extirpar la glándula tiroides, se debe reemplazar su función con medicación. Se utiliza levotiroxina en dosis adecuadas a cada caso.
Radioterapia de rayo externo para el cáncer de tiroides. Esta terapia se reserva para cuando no se puede llevar a cabo una cirugía para extirpar la glándula tiroides y los ganglios afectados.
Existen medicaciones nuevas, especificas para tratar el cancer de tiroides. Este tratamiento sólo se utiliza en enfermedad avanzada.
La quimioterapia general es poco utilizada en el tratamiento del cancer de tiroides. Se puede utilizar en los estadios avanzados, cuando no hemos tenido respuesta a otros tratamientos.
El esquema terapéutico de manejo de la enfermedad con tiroidectomía total, terapia supresiva a largo plazo y tratamiento con radioyodo reduce la tasa de recurrencia y prolonga la sobrevida en pacientes con carcinoma papilar de tiroides.
¿Cuánto cuesta el tratamiento del cáncer de tiroides en Córdoba, Argentina? El costo de la terapia varia de acuerdo a las necesidades y requerimientos de cada paciente, realizamos procedimientos individualizados para cada caso.
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Contenido Validado por: Dr. Norman Jalil
Última actualización: 21/08/2024
Nota: Esta información sirve de apoyo y no reemplaza la opinión de su médico.
Las paratiroides son glándulas muy pequeñas, del tamaño de un granito de arroz (4 o más), que se ubican por detrás de la glándula tiroides.
La tiroides es una glándula pequeña que se localiza en la base del cuello y produce hormonas que regulan el metabolismo del cuerpo.