Mitos y Verdades sobre la Cirugía Bariátrica
La Cirugía de la Obesidad ha experimentado en los últimos años un vertiginoso crecimiento gracias a su confiabilidad y a los notables resultados que se ven a diario en pacientes operados. El Dr. Norman Jalil, director del Grupo Interdisciplinario de Tratamiento de la Obesidad Severa en Córdoba (Argentina), aclara los mitos y verdades sobre esta revolucionaria técnica.
La cirugía resuelve la obesidad mágicamente
La cirugía bariátrica, en rigor no tiene nada de mágico. Es simplemente una herramienta que ayuda a las personas a resolver su exceso de peso. El efecto más impactante que la hace parecer mágica, es que quita el deseo de comer.
La obesidad se cura con cirugía
La cirugía bariátrica no «cura» la obesidad sino que permite «controlarla». El obeso tiene facilidad para almacenar la energía que ingiere, y esa situación metabólica lo va a acompañar siempre. El verdadero cambio a largo plazo se logra cuando el paciente se concientiza y cambia sus conductas alimentarias para toda la vida.
La cirugía es tan riesgosa que prefiero seguir «sano» con mi obesidad
La cirugía bariátrica, al igual que cualquier cirugía, implica un riesgo. Sin embargo, la obesidad severa por si misma implica un peligro mayor para la salud de las personas. La clave radica en llegar al quirófano en las mejores condiciones, con un «riesgo controlado», y esto depende de la experiencia y profesionalismo del grupo de profesionales que llevarán adelante este proceso.
Cualquier cirugía permite resolver el problema de la obesidad
Existen distintas cirugías que actúan a través de mecanismos diferentes. A su vez, los pacientes llegan a ser obesos mediante hábitos alimentarios diferentes.
Si el estómago se achica, no voy a tener ganas de comer
Esto no siempre es así. Una buena operación es aquella que, además de limitar la cantidad de alimento que se puede ingerir, disminuye el deseo de comer. A modo de ejemplo, la «manga gástrica» disminuye el nivel de unas hormonas potentes llamadas grelinas que precisamente regulan el deseo de comer.
La cirugía de la obesidad no puede ser boicoteada
Cualquier paciente operado puede «boicotear» a la cirugía bariátrica malogrando los resultados a largo plazo. Esto sucede cuando se ingieren alimentos de alto valor calórico a pesar de no tener el deseo de comerlos. Indicaría la necesidad de un acompañamiento psicológico.
Como ya bajé de peso, vuelvo a comer de todo cuando quiera
El desafío una vez logrado el objetivo es el mantenimiento del peso. Siempre existe una fuerte historia de malas costumbres alimentarias y de asociaciones incorrectas (comer cuando se está ansioso, angustiado o simplemente aburrido). Nuevamente aconsejamos a los pacientes dejarse ayudar para instalar hábitos alimentarios y físicos que pueden persistir toda la vida.
Mientras más rápido se baje, mejor
El proceso de descenso de peso debe ser paulatino y saludable. Idealmente un paciente debe bajar un 50 por ciento de su exceso de peso en los primeros cuatro a seis meses, y luego alcanzar gradualmente el objetivo planteado a los 12 o 18 meses.
Con bajar determinada cantidad de kilos es suficiente
Siempre se establece u peso «ideal» acorde a la contextura física de cada paciente y a partir de allí se define el grado de exceso de peso en el que no existan riesgos para la salud. Nuestros pacientes logran en promedio una pérdida no menor al 80 por ciento de su sobrepeso.
Para mayor información sobre la cirugia de la obesidad (bypass gástrico, manga gástrica, crude duodenal, banda gástrica, etc.) no dude en comunicarse con Sublimis Argentina. El Dr. Jalil podrá evacuarle todas sus inquietudes.