Se sabe que consumir cigarrillos es perjudicial para la salud y que puede causar enfermedades crónicas pulmonares y cardiovasculares, entre otras. ¿Pero qué pasa dentro de la boca? El tabaco afecta a todos los tejidos de la cavidad bucal, por eso una persona fumadora tiene más riesgos de perder un implante. Nuestro odontólogo especialista en Rehabilitación Oral, Nicolás Cozzarin, nos cuenta cuáles son las consecuencias del cigarrillo para la salud bucal.
Córdoba, Argentina – De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud el tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública, su consumo es uno de los principales factores de riesgo de varias enfermedades crónicas. En cuanto a la salud bucal, la nicotina se deposita en los tejidos de la boca y los enferma. Se deteriora el periodonto, es decir el conjunto de tejidos que sostienen y protegen al elemento dentario como la encía y el hueso. Al momento de la colocación de un implante, este químico altera el proceso de cicatrización.
Riesgos del tabaco en la colocación de implantes
La nicotina retrasa los tiempos de cicatrización del tejido y afecta al proceso de oseointegración, generando mayor riesgo de infección y pérdida del implante.
Luego de colocar un implante o realizar una extracción simple de dientes, se forma un coágulo que se estabiliza dentro de las primeras 72 horas. Una vez estabilizado el coágulo comienza el período de cicatrización en el que intervienen los osteoclastos y osteoblastos, las células encargadas de eliminar los restos de hueso y rehacer la matriz ósea.
La oseointegración se produce cuando el hueso cicatriza alrededor del implante. El implante está hecho de titanio con una superficie porosa. Cuando la sangre entra en las porosidades se produce el proceso de cicatrización formando hueso en los poros, de esa forma el implante queda adherido al hueso residual. El tabaco frena ese proceso de cicatrización, impidiendo que las células formadoras de hueso actúen correctamente, lo que hará que el implante no quede estable y no llegue a cumplir su durabilidad de vida.
“Si el paciente fuma antes de la operación e inmediatamente después lo que puede llegar a suceder es que se interrumpa el proceso de formación del coágulo, se infecte el implante y luego se pierda. Entonces, cuando el paciente manifiesta que es fumador le pido, con el consentimiento informado, que no fume dentro de las 72 horas luego de haber colocado el implante”, aclara nuestro especialista.
¿El cigarrillo mancha los implantes?
El implante es un tornillo de titanio que se coloca en el hueso para reemplazar la raíz del elemento dental, lo que suplanta el diente es una corona de porcelana que se coloca sobre el implante. La porcelana no se pigmenta por causa de comidas, bebidas ni tabaco.
El tabaco no va a manchar las coronas pero sí va a afectar el tejido de inserción del implante, es decir la encía, el hueso y el tejido periodontal, pudiendo ocasionar la pérdida del mismo.
Los dientes sí se tiñen con el humo del cigarrillo porque el esmalte dental, el tejido externo del diente, tiene micro poros en la superficie donde se alojan los pigmentos del tabaco, las bebidas y las comidas.
Durabilidad del implante en personas fumadoras
Si la colocación está bien hecha, un implante tiene como mínimo una durabilidad de 15 años. Para que el implante sobrepase ese tiempo, el paciente tiene que tener un control exhaustivo de la placa bacteriana y realizar controles periódicos con el odontólogo. Un fumador tiene mayores probabilidades de que el implante no logre superar los 12 años de sobrevida.
“El paciente que es fumador y que fuma más de un atado por día tiene que saber que la sobrevida del implante se acorta. El cigarrillo produce un aumento de la temperatura dentro de la boca y deposita químicos en los tejidos, esto deteriorará el periodonto de inserción, la encía y el hueso”, explica Cozzarin.
Consultas
Para solicitar un turno o mayor información acerca de los tratamientos de estética dental no duden en comunicarse con nuestro especialista en rehabilitación oral, el Od. Nicolás Cozzarin.