Disfunción Sexual
Es común que las parejas experimenten alguna forma de disfunción sexual durante su relación. La función sexual es una combinación de expresiones físicas, emocionales y sociales que permite a los individuos reproducirse, acercarse y disfrutarse uno a otro. El contacto íntimo y la actividad sexual son influenciados por factores psicosociales como la crianza, las creencias religiosas, las emociones, y una multitud de factores fisiológicos como las hormonas, la anatomía y las enfermedades. A través del sexo comunicamos nuestros sentimientos a la vez que procreamos, sin embargo, los avances en medicina reproductiva han permitido separar la concepción del encuentro sexual en los casos de infertilidad.
Disfunción Sexual e Infertilidad
La disfunción sexual puede ser una causa o una consecuencia de la infertilidad o subfertilidad. Éstas son causadas por la disfunción sexual en aquellos casos en que diversos problemas en la relación sexual impiden lograr el embarazo.
Los tipos de disfunción sexual que causan infertilidad son: ausencia de coito, coito poco frecuente, disfunción eréctil o eyaculatoria (inhabilidad de mantener la firmeza del pene y/o de producir semen durante el orgasmo) y el vaginismo o dispaurenia (dolor en la mujer durante el coito).
El estrés, la presión psicológica y los procedimientos invasivos asociados con los tratamientos de infertilidad pueden afectar la autoestima, el deseo y el desempeño sexual. La necesidad de sexo «obligado» (como por ejemplo tests post-coitales, obtención de muestras de semen) puede causar disfunción sexual.
Para que la concepción tenga lugar el hombre debe tener un orgasmo (eyaculación) pero ésto no es necesario en la mujer. Como resultado de la infertilidad y su tratamiento los hombres pueden sufrir impotencia transitoria, y las mujeres pueden no alcanzar el orgasmo. Ambos miembros de la pareja pueden experimentar una disminución del deseo sexual. Para muchas parejas infértiles «hacer el amor» se transforma en «hacer bebés» y lo que era un juego pasa a ser un trabajo, perdiéndose en parte la emoción de la intimidad sexual.
Evaluación y tratamiento de la disfunción sexual
En la evaluación de la disfunción sexual son fundamentales una historia clínica y un examen físico completos, que incluya evaluación de niveles hormonales, medicaciones que pudieran estar afectando el funcionamiento sexual y otros factores anatómicos y orgánicos. Las condiciones médicas masculinas que comúnmente se asocian con la dificultad para lograr o mantener una erección comprenden: presión arterial elevada, enfermedades coronarias, diabetes, cirugías genito-urinarias, enfermedades o lesiones del sistema nervioso, problemas hormonales, depresión y ciertos medicamentos. Además deben evaluarse factores psicológicos como la estabilidad de la pareja, la comunicación, depresión, problemas emocionales y antecedentes de abuso sexual.
La disfunción sexual puede tratarse con medicación, quirúrgicamente, o con mecanismos que corrijan problemas anatómicos.
Las dificultades sexuales causadas por problemas emocionales o de pareja, estrés o falta de información requieren de apoyo psicológico a cargo de un terapeuta sexual.
Recursos
El objetivo del equipo médico es educar a las parejas en el funcionamiento de sus cuerpos e investigar sus metas como pareja. Si usted está experimentando dificultades sexuales durante la etapa de infertilidad, hable abiertamente con su médico ya que este podrá ofrecerle libros, información, aconsejarle algún terapeuta u otros recursos que podrán ser de su ayuda.
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